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miércoles, 8 de mayo de 2013

Steve Earle & The Dukes (& Duchesses)
The Low Highway (New West Records)
Continuamos el viaje


Steve Earle reconoce en las notas de su nuevo disco que ha recorrido prácticamente todas las interestatales de su país, y que aún hoy  no se cansa de las vistas. De alguna manera, asume que viajar no solo es parte de su trabajo, sino lo que le da consistencia y vida. Y seguramente, hay tantos Earles como cada viaje que ha realizado, igual que cada uno de nosotros somos distintos cada vez que nos lanzamos a la aventura. (...)


No vamos a poner en duda que de un modo bastante sigiloso se había establecido la máxima de que Earle había puesto la directa en los últimos tiempos, que circulaba con el piloto automático en on, sin grandes riesgos o novedades. Al menos en lo musical. Rindiendo homenaje a sus mentores, en especial Van Zandt, o zarandeado emocionalmente por los aconteceres sociales y políticos de su país, parecía dejar atrás su estruendosa y gloriosa vuelta a la vida tras su paso por la cárcel y diversos centros de rehabilitación. Pero un artista con la carrera de Earle a cuestas debería ser analizado por el valor de cada uno de su discos, sin constreñirlos a comparaciones.

Soy de los que ha sabido disfrutar de cada nuevo trabajo, pero también de los que ha caído sorpresivamente prendado por este The Low Highway, tal vez por haberme puesto ese mismo piloto automático a la hora de esperar un algo más allá. Que aquí lo encuentro. Steve Earle ha sabido desenterrar el desgarro emocional y la contención sonora para alumbrar un trabajo de los que va dejando su poso escucha a escucha. Ya desde el inicial y acústico The Low Highway, un viaje por geografías y sentimientos que no puede por menos que remitir a Woody Guthrie. Sí, pero al mejor Woody Guthrie, el que hace que sintamos cada frase como una verdad, aunque no nos guste.

Acompañado por una banda bastante más que consistente, donde los Mastersons (Chris Masterson y Eleanor Whitmore) adquieren un papel relevante, puede pasar de la contundencia de Calico County, con unas deliciosas guitarras lacerantes, a la sensibilidad de la agónica y agria Burnin’ it down, el sabor a pantano de That all you got?, la contención melódica de la hipnótica Love’s gonna blow my way, con un juego de violines delicioso, o After Mardi Gras, igual que la anterior compuesta junto a Lucia Micarelli y  con obvio sabor a la serie Treme.

Pero es que todo el disco juega con esos aires a Nueva Orleans, acentuados en el soul/rock de Pocket full of rain. Y entre banjos y guitarras llegas a Remember me, una manera deslumbrante de cerrar un disco. Una oda a los tuyos, a la lealtad familiar, comenzada con la dura voz de Earle y su guitarra acústica, el resto de instrumentos superponiéndose en progresión ascendente hasta construir una melodía de una belleza de atardecer, de crepúsculo y nacimiento a la vez.

Por mi parte, sigo el viaje con este hombre. Sin duda.

Suena la corriente: "Remember me" - Steve Earle



1 comentario:

  1. Uno de mis discos favoritos en lo que va de año. Steve está de sobresaliente. En mi disco top del año en los viajes en coche. Acojonante.

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