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viernes, 24 de mayo de 2013

Los Chicos
In the age of stupidity (Dirty Water Records, 2013)
Más asco da el telediario


Tensas el arco, coges una flecha, tratas de mantener un equilibrio y una concentración a duras penas (perjudicado como estás), lanzas y diana. No tienes ni idea de cómo, pero diana. Y todo ello, con unas buenas brasas cerca donde van derritiéndose costillas y chorizos a la grasa y las botellas de alcohol no dejan de apilarse. (...)


Ya dijimos la primera vez que hablamos de Los Chicos en el Río, que manejan un lema bastante claro y contundente: Rock & Roll + Rhythm & Blues + Soul + Punk + Pub-rock + Country + Cerveza = FIESTA. Pero también apuntábamos que nosotros añadiríamos a esa ecuación la COMIDA, dada la cantidad de fotos en las que salen con la morfa entre las manos. Apunte con el que ellos estuvieron más que de acuerdo.

Y si alguien pensaba que por el mero hecho de haber grabado una versión acústica en formato 7” de algunas canciones de su anterior disco bajo el nombre de We sound acoustic but we look like shit iban a atemperar sus urgencias de inadaptados e inmaduros, ha errado de pleno.

Los Chicos siguen a lo suyo. Esto es, melodías eternas empapadas de guitarras abrasadoras y pura, pura, turgencia juvenil. La más pura esencia del power-pop que bebe del punk, del garage, de los sonidos de negros y blancos borrachos, arañazos etílicos en plena alma desgarrada pero jacarandosa. Para qué vamos a andar jodidos si vivimos en la edad de la estupidez. Certero, explícito, directo título (nacido a caballo de 2012 y 2013) para un nuevo castañazo producido por quien tenía que producir este pringue, Mike Mariconda. Sabemos que Dios los cría y ellos se juntan. Aunque si cambiamos la palabra Dios por cerveza, llegamos a la misma conclusión. Por eso mismo se juntan al bebercio gente como Hendrik Röver o Josele Enemigo.

Siguen mamando de las mismas fuentes, las que nacen en Detroit (A miracle working), las que duermen los vapores en las playas australianas (Colored caves), las que pasean palmito pop por el centro de Los Angeles (Hear it again), las que manchan las manos en cualquier garaje grasiento (Willie and the Handjob o la apabullante Motel Ford). Entienden el blues y el country como un paseo sobre caballos desbocados (Age of stupidity) y el rock’n’roll como estampida de emociones (Sportman’s paradise). Y piensas que pocas veces han estado tan cerca de los Barracudas, surfeando entre guitarras.

Y como siempre, te obsequiarán con su jolgorio de himnos beodos. Porque se puede beber a ritmo de folk galopante en Fire in our souls, o directamente abrazado a tu compañero de mesa en One bourbon, one scotch, one beer, one wine.

Y si escucharles el grito de everybody should get drunk! te parece ejemplo de inmadurez para unos tipos ya talluditos, es que no has entendido nada. 
Está claro que no van a cambiar tu vida, pero más asco da el telediario.
*Compra el disco en Dirty Water Records
Suena la corriente: "Hear it again" - Los Chicos


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