Chris Stamey Lovesick Blues (Yep Roc Records, 2013) Con sabor a noche

Aquí no hay trampas que valgan. El propio Chris Stamey se encarga de explicarlo en cuanto tiene la ocasión: este disco es lo más cercano que he estado nunca del sonido que escucho en mi cabeza en mitad de la noche. Podríamos decir que Lovesick Blues es el reverso de Falling off the sky, la vuelta el año pasado de The dB’s. (...)

Y realmente supone el primer disco digamos que en solitario de manera real desde aquel Travels in the south de 2004. Evidentemente, Stamey no ha estado quieto. Su disco con Yo La Tengo, A question of temperature (2005), su disco con Peter Holsapple, Here and now (2009), sus homenajes explícitos y en directo a Big Star, sus trabajos como arreglista y productor, y el punto seguido hasta el momento de la más que estimable resurrección de los dB’s. Y como si fuera medicina para una dura resaca, llega de pronto la introspección, la melancolía, el seguir hablando de yo te quiero, tú me dejas, pero desde la falta de luz de la medianoche, desde el momento en que uno es consciente de los sinsabores, pero también de las inmensas alegrías del vivir. Y no es Lovesick Blues un disco triste, a pesar de lo que pudiera anticipar el título. Pero sí se regodea en ese folk-pop bañado en psicodelia, melancólico, en canciones ornamentales, tamizadas por arreglos orquestales, cuerdas, flautas, vientos… Remitiendo a años y escenas ya pasadas pero de plena actualidad de un tiempo a esta parte. Tal vez, el disco más inglés de toda su carrera.

Cierto que obras de estas características no entran tan a la primera como los puros pelotazos de power-pop. Necesitan trabajarse más a fondo, escucharlas en situación y, a ser posible, con ausencia de luz. Y sin embargo, le encuentro mejor horario en el que marca el crepúsculo en lugar de esa noche en la que Stamey deja volar sus pensamientos.

El trío que abre el disco lo deja claro. Skin, London y Astronomy presentan la propuesta. Entre la psicodelia y el folk británico, pero con el germen de la melodía pop, como atestigua el delicioso estribillo coral de la tercera. Y es ese pop que alimenta la sangre que corre por sus venas el que al final explota con la canción más cercana a su propuesta habitual, You n Me n XTC. Escuchar ésta como botón de muestra de todo el disco posiblemente no será lo más adecuado. Corre libre de las pautas marcadas en el mismo. Pero es que es una de esas gozadas a las que tantas veces nos ha acostumbrado. Homenaje explícito a XTC, iconos en esta casa, cuenta incluso con la colaboración en arreglos del propio Andy Partridge y nos reafirma en nuestro amor por la melodía pop.

Pero como digo, su jolgorio no es representativo de Lovesick Blues. No importa. Porque acto seguido presenta una de esas canciones de amor, I wrote this song for you, que encajaría como un guante en la carrera del siempre recordado Alex Chilton. Este es el punto. Chris Stamey siempre ha soñado con ser Chilton, o al menos, seguro que aparece más de una vez entre esas músicas que pueblan sus sueños de medianoche.

If memory serves no sólo cierra el disco, no sólo es otra joya más, sino que deja esta última cuestión más que clara.

Suena la corriente: "You n Me n XTC" - Chris Stamey