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jueves, 1 de mayo de 2008

Sal y dulce

Este viejo capitán, aunque pudiera parecer lo contrario, está más en forma que nunca. Su barco lustrado, la máquina engrasada, la caldera rugiendo. Y las aguas del río, mansas hasta el horizonte.

Este viejo capitán, que ha creído estar andrajoso y entumecido, hace tiempo que despertó de una buena siesta en cubierta. Sus guitarras y Ella le animaron al baile.(...)