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lunes, 29 de mayo de 2006

Sentir en sábado

"Fiesta, la esencia primigenia del primer rock", decía el otro día de manera precipitada y redundante.

Pero la fiesta no tiene por qué ir unida siempre a urgencias rítmicas y aceleraciones hormonales. También desde la introspección, desde una lírica agridulce, se pueden conseguir estados de euforia.

Centro-Matic alcanzaron esa esencia el sábado, casi sin despeinarse, pero con la tensión que produce el asombro ante lo que escuchamos. Me reconozco mucho más en este tipo de melodías arrastradas, sonidos hundidos en la raíz, rebotando entre la calma y el arañazo, pasajes de Neil Young, de Bob Dylan, de Son Volt, de Steve Wynn. (...)


Will Johnson, dejando de lado su proyecto paralelo (y mucho más hermético y lánguido) South San Gabriel, ha conseguido con Fort Recovery, el último trabajo de Centro-Matic, una de las rodajas más suculentas que he exprimido en los últimos tiempos. Y es capaz de trasladarla con mucha más luz a un escenario, encendiendo una antorcha que les permita correr por el mismo sendero en que transitan Wilco, sin saber si es aún una competición en toda regla o simplemente quedará en desafío entre amigos.

Todo ello vino precedido por un delicioso y acatarrado set en solitario (junto a su eléctrica) de John Roderick, alma de The Long Winters, y una esforzada actuación de los getxotarras McEnroe. Si encima con la entrada te daban un CD recopilatorio de Houston Party Records, organizadores de la noche, ésta resultó perfecta.

En fin, que la fiesta acelerada está bien. Pero uno tiene ya sus años, sus batallas perdidas, sus heridas de guerra.
Y que le gusta sentir de otra manera.


Suena la corriente: "Fort Recovery" - Centro-Matic

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