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viernes, 19 de agosto de 2005

Lección de anatomía

Hace un par de días murió Freddy Alborta. Y he de reconocer que no tenía la más mínima idea de quién era este personaje. Aunque ha resultado que sí conocía parte de su obra.

Fotógrafo boliviano, saltó a la fama por las instantáneas que hizo del Ché Guevara poco después de ser ejecutado por el ejército en La Higuera, Bolivia.

Más allá de la famosa y manida fotografía de Alberto Korda, todo un icono convertido en pura mercadotecnia (que aún así, no deja de ser enigmáticamente magnética), siempre me sentí subyugado por ese Ché muerto, con los ojos sin vida pero aún abiertos, como controlando lo que ocurría a su alrededor, siendo exhibido como trofeo. Y es imposible dejar de comparar dicho momento con cualquier cuadro de un cristo yaciente o la lección de anatomía de Rembrandt.

No me interesa analizar la figura del Ché. Como todas las vidas (aún más ésta), no deja de ser una simple sucesión de claroscuros. Y como todas las vidas, sólo puede ser juzgada como propia de su tiempo. Sí me queda claro que para muchos, su muerte fue una liberación. Para la CIA, para Fidel, incluso para el propio Ché.

Pero sin poder sacudirme ese halo de rebeldía romántica que siento, me quedo atrapado por sus fotos, las llena de vida y las llenas de muerte.



Suena la corriente: "Hasta siempre" - Omara Portuondo y Martín Rojas