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martes, 28 de diciembre de 2004

Fin del año, fin del tiempo

Quiero que me abraces, sentir tus manos, tu calor. Acurrucarnos en la cama, el uno contra el otro, y dejar pasar los días, estos días. Quiero sentirme pegado a ti. Dentro de ti. Y que el tiempo corra. O se pare.

Porque aunque sea por un momento, quiero sentir que no estamos solos. Tal vez me engaño, tal vez somos tan diminutos, tan insignificantes, que es posible que hasta no seamos. Pero, aunque sea un instante, me revuelvo contra ello.

Y quiero pensar que estando juntos, podemos borrar de nuestras mentes lo inconcebible. Aunque ha pasado. Y seguirá pasando. Y seguiremos limpiando nuestras conciencias. Enviando un aguinaldo. Pero al menos durante un segundo, cerremos los ojos y soñemos.

Y abrazados, susurrémonos canciones. Que las empiece Sam Beam, y luego nos atrevemos a seguirle. Con fuerza y suavidad. Hierro y vino. Iron and Wine. Nos lo han regalado. Para que no lo olvidemos. Para que se nos ponga la piel de gallina. Con sonidos tan básicos como la vida. Con sangre en cada estrofa. Alt-folk. Lo-fi. Soft-rock. Qué mas da. Sentimiento, bálsamo, sensación. Y quiero compartirla.

Y aunque a veces lo desee, no dejes que me quede sordo. Para escuchar el placer.
Y aunque a veces lo desee, no dejes que me quede ciego. Para verte.



Suena la corriente: "Our Endless Numbered Days" - Iron and Wine

jueves, 23 de diciembre de 2004

Noche de whisky (o whiskey)

Pero no me diga usted que no tenía a nadie. Con quien cenar. Con quien brindar. Con quien hablar. Bueno, algunos sí había, pero que más da, no era el momento, no era el día, no era la noche.

Hace años pasé una noche como la de mañana solo. País extraño, recién llegado. Sin conocer a (casi) nadie. Sin mis cielos, ni mis tierras, ni mis cosas, ni mi gente. Daba para una novela de derrotados, de perdedores. Pero no era tal el tema. Iniciaba algo nuevo, aunque de momento, solo.

Y no quise celebrarlo de ninguna manera. Sándwich de queso y jamón. Cerveza. Y en aquel concreto momento, guitarras de Paul Westerberg, que me tenía arrebatado. "Dyslexic Heart". Y luego, whisky, rebajadito con una uña de hielo. Noche perfecta, oiga.

¿Y ahora? Pues sí, bien, nos juntamos, pero por mí como si lo hiciéramos en Abril. Sólo me interesa que nos veamos. No la parafernalia.

Pero borreguitos que somos, al final participamos.
Pues eso, vamos allá.
Que ustedes lo cenen bien.



Suena la corriente: "14 Songs" - Paul Westerberg

martes, 21 de diciembre de 2004

18-XII-2004 : Una noche mágica

No, yo no estaba. Una vez más cuando se me espera. La distancia, que tanto separa (o dejamos que separe). Julio Rescuer, que ya ha aparecido por estos papeles en alguna que otra ocasión, me manda unas letras que reproduzco.

Sirvan de homenaje a Paco de la Calle.

"La simpática y espigada Norah, muy enrollada como siempre, se asoma a la puerta del camerino improvisado en uno de los locales de ensayo del "Rock Palace", para increparnos dulce pero firmemente: "¡Venga tíos hay que salir ya!". Nerviosos como veinteañeros antes de dar su primer concierto, unos talluditos Rescuers de 2ª generación, formados por Ramón (cantante y guitarra), Vicente (guitarra y coros), Tito (bajo), Macanás (batería) y Julio (órgano, maracas y coros), nos encaminamos hacia el escenario para homenajear como se merece al entrañable Paquiño nuestro antiguo bajista, que falleció el pasado mes de abril debido a un cáncer.

Parecíamos rejuvenecer a cada paso que dábamos, para cuando llegamos al escenario habíamos conseguido retroceder en el tiempo los 16 años que han transcurrido desde la última vez que tocaron los Rescuers.
La sala estaba abarrotada de viejos amigos, crápulas impenitentes y bellas damas de la noche madrileña, much@s de ell@s ya honorables padres y madres de familia, que esperaban impacientes el histórico reencuentro.
Yo llevaba en la mano las viejas maracas en las que pinté el nombre del grupo en letras psicodélicas llameantes, espontáneamente me salió la vena bruja y las alcé al cielo agitándolas para abrirnos paso entre el concurrido público y de paso convocar a los espíritus (sin duda Paco y Lee Robinson estaban allí). Además, en el cinturón y en mi corbata de bolo llevaba unos abalorios de cuerna de ciervo que actuaban como receptores y canalizadores de la energía cósmica.

Tras unas sentidas y breves palabras de presentación, agradecimiento y en honor a Paco comenzamos a tocar los acordes de "We are the Rescuers", para continuar con "Pink House Club", "Don´t keep the shock", "Move to the jungle", "If you wanna love me", "Shaking around" y "I love you `cause I´m drunk", la cosa no salió mal del todo, a juzgar por los aplausos y por los gritos de la gente pidiendo más cuando salimos del escenario.

A continuación, el incombustible Kike Turmix y sus huestes - los Pleasure Fuckers - (con Norah y Mike a las guitarras, Barnaby al bajo y Ángel en la batería) irrumpieron en el escenario con su legendaria contundencia para deleitarnos con algunos de sus éxitos, finalizando con el imprescindible clásico "You´re gonna miss me". Paco nunca tocó con ellos pero, como dijo Kike, eran amiguetes y además los Fuckers ha sido el único grupo, de momento, que se ha atrevido a versionear una canción de los Rescuers – "Pink House Club" - que por supuesto tocaron esa noche.

Después de estos dos potentes entremeses, si bien ya algo rancios debido al implacable paso del tiempo, vino el plato fuerte, con la frescura y la juventud de The Holdens, único grupo en activo de los que tocaron, fue la última banda en la que militó Paco, antes de que le sorprendiera la muerte, y con la que sin duda obtuvo sus mayores éxitos.
Muchas gracias a Lucía (la bella teclista) por prestarme su Farfisa, con el que consiguió hipnotizarnos a todos al ritmo frenético de sus caderas. Junto con el resto de sus compañeros estuvieron fabulosos, con un espléndido sonido repleto de ecos de bandas míticas e idolatradas como Cynics, Stomach Mouths o Yard Trauma, sin que ello les reste ni un ápice de originalidad y personalidad. Es una lástima que no hayamos podido compartir escenarios e ideas en los años 80. Además el cantante y líder –Nacho Kroll- tiene un cierto parecido físico con el difunto y homenajeado Paco de la Calle.

Se echó de menos la actuación programada de José Lanot (Ex –Teatro Negro de Praga, ex–Sex Museum, ex –Potro, ex –Wonderboy, etc) quien fuera líder de Los Potros, el segundo grupo en el que militó Paco, tras la disolución de los Rescuers en 1989. Jose, que además de ser un músico genial es ante todo un gran tipo, no pudo actuar debido a una inoportuna gripe.

También eché de menos a Gonzalo Lagarto, 2º batería de los Rescuers, que estaba de boda; a Jesse, nuestro primer batería, que vive en Canarias; a Oscar, primer guitarra solista, al que sustituyó Vicente; y a Tono, el primer bajista y al que sustituyó Paco.

En resumen, fue una noche realmente mágica e inolvidable ¡Muchas gracias a todos los que la hicisteis posible! Especialmente a Norah ("alma mater" del evento, dueña del local y del camión de cervezas que nos bebimos), Andrea (mi mujer, que grabó en vídeo la actuación e hizo fotos durante los escasos momentos en los que no estaba enseñando el álbum de fotos de nuestra hija); y a mis amigos Carlos, Fernando y Miguelitro por contar con su presencia y apoyo."

Navegado por Julio Rescuer



Suena la corriente: "Stranded in Madrid" - The Cynics

domingo, 19 de diciembre de 2004

Thunder Road


A P.

CV, hermano.



Suena la corriente: "Thunder Road" - Bruce Springsteen

sábado, 18 de diciembre de 2004

Inventos

Corren por las redes. Se propagan. Son motivo de conversación en cenas embriagadas por ambientes espirituosos. En tiempos muertos en el coche. En ratos tontos en el trabajo. En degustaciones de vegetales humeantes. Incluso alguno, entre revolcones.

Una manera como otra cualquiera de llenar silencios. Preguntas estúpidas (o no tanto) que generen palabras. Aunque sean banales.

Y para ti, ¿cuál es el invento más importante de la humanidad? (Ponerle fechas, queda al arbitrio de los interlocutores).

Dice el tópico que la gran mayoría contesta que el avión. Algún moderno dirá que la Red. El soñador, los vuelos espaciales. El cauto, la penicilina. El beato, la religión. El charlatán, el teléfono. El insomne, la electricidad. El desplazado, el coche. El orejas, el rock. Y paro, porque puedo no parar.

Pero yo lo tengo muy claro.
La camiseta.



Suena la corriente: "The dirty south" - Drive-By Truckers

miércoles, 15 de diciembre de 2004

Sobre nubes

Quiero conducir sobre las nubes mientras voy en su busca. Porque es mi cielo. Mientras huelo a gasolina, y cientos de guitarras atronan mi cueva, quiero sentirme alguien especial.

Ya sé que no podré buscar cobijo bajo el puente. Aún cuando llueva.

Pero por un día, por un mísero día, quiero conducir sobre las nubes.

Volar, lo que es volar, ya lo hago con Ella.



Suena la corriente: "Clouds" - Buffalo Tom

martes, 14 de diciembre de 2004

Mi gentuza

Pues sí, decía "ayer" aquello de que en el kiosko no todos los coleccionables son puro deshecho, cuando el domingo me encuentro otro incunable, otro imperdible para mi nostalgia.

La competencia (claro está) se marca esta vez el título más querido por mí de toda la filmografía del omnipresente Almodóvar. Ya sé que no será su mejor película, pero Laberinto de Pasiones, casi como último paso antes de su etapa, llamémosle, madura, supuso una bofetada en una ciudad que a duras penas aún se sacudía la caspa.

Y es que para los que en aquella época nos bebíamos la barra del Rock-Ola, las persianas de La Bobia, en el Rastro madrileño (mientras comprábamos el último vinilo o la chapita más nueva) o los deliciosos cutre-pubs de Malasaña, ver a toda esa gentuza en una pantalla grande, en un cine a oscuras, era un auténtico placer. Al menos les considerábamos nuestra gentuza.

Y por supuesto que hay escenas que ya están grabadas. Como el enorme Luis Ciges en pleno incesto semanal, la turbadora Sexilia (Cecilia Roth era algo más que una musa), o mi añorado Poch vendiendo a puerta fría.
Eran nuestra gentuza.

Hace ya tiempo que no he vuelto a verla. Y reconozco que me pregunto qué tal habrá envejecido. Pero qué más da. "Arrebato" me daba el mismo miedo, y me desasosegó de la misma manera. Además, qué coño importa. Como dijo Almodóvar: "Una película que no aportará nada a la cultura de nadie".

Y nadie buscaba ser cultura.
Los chicos querían diversión.



Suena la corriente: "Dios salve al lehendakari" - Derribos Arias

sábado, 11 de diciembre de 2004

El mal está en los fluidos

Volver a recuperar los alocados fluidos corporales, las ansias militaristas, el pasado nazi postrado en silla de ruedas y con un brazo con vida propia, el cowboy cabalgando a lomos de LA BOMBA con su sombrero tejano al aire, y a un presidente con aquella gloriosa conversación telefónica "Dimitri, me escucha, Dimitri? Yo no le oigo..."

Volver a sorprenderme de la cantidad de estupideces que se cometen cuando se traducen los títulos de las películas ("Teléfono Rojo volamos hacia Moscú", ¿?)

Volver a reconocer que aunque "La naranja mecánica" y "2001" significaron mucho para mí, creo que ésta es la mejor película de Kubrick (vale, vale, junto a "Senderos de gloria", tal vez)

Volver a disfrutar de unos inmensos George C. Scott (histriónico), Peter Sellers (genial), Sterlyng Hayden (loco sublime) y Slim Pickens (todo un ídolo).

Volver a recordar los tiempos en que LA BOMBA hacía temblar a más de medio mundo.

Volver a certificar que la locura militar no ha cambiado tanto.

Volver al kiosko y comprobar que no todos los coleccionables son basura.

Volver a disfrutar (después de tanto tiempo) de "Dr. Strangelove or How I learned to stop worrying and love the bomb".

Todo un placer.


P.D.: no tengo ninguna duda de que el abuelo Vega llevaba pelucón. Lo juro.



Suena la corriente: "Travels in the south" - Chris Stamey

viernes, 3 de diciembre de 2004

Suicidio para un fin de semana (largo)

Vamos, que nos vamos.
Porque al menos eso es lo que parece. Llamas (llamo) a cualquier sitio, y te dicen que ha salido de viaje, y que ya no vuelve hasta el jueves. Siempre hemos ido estirando los días festivos (o bien, encogiendo los laborables), pero ahora que vienen cinco, la cosa es más descarada.

Y aquí, como a mí me gusta, sin saber mucho qué coño voy a hacer. Y eso es una delicia. Viajar. No viajar. Hacer algo. Hacer nada (que también es un auténtico placer). Eso sí, seguro, seguro, estar con Ella. Y es suficiente.

Y si el domingo campo por estos lares, trataremos de echarle un vistazo al estado físico actual de una vieja lumbrera, un viejo amigo de altavoces saturados, Alan Vega, quien junto a su compinche Martin Rev formara hace ya unos años el dúo Suicide. Ellos me hicieron escuchar los sintetizadores con otras orejas y comprender que el punk, post-punk o la etiqueta que se te ocurra tenía muchos trajes que ponerse.

El festival Música Ex Machina nos lo acerca como parte de su experimental propuesta.
Pues eso, que ustedes lo pasen bien.

Ah, y fumen, fumen muchísimo (ahora que cada día nos encierran más, y más, y más, y…)

P.D.: Ayer iba a escribir sobre este tema, pero me dio bastante asco. Así que vía Escolar.net, queda apuntado.



Suena la corriente: "Suicide II" - Suicide

miércoles, 1 de diciembre de 2004

Segunda edición

Leo en varios sitios, "el mejor grupo del mundo". Algunos afinan más, "el mejor grupo de surf", "los reyes del garaje instrumental". No son de allá, ni de más allá. Aquí al lado les tenemos. Los Coronas no cantan. Para qué, si saben llenar un escenario de rabia, de alegría, de frustración juvenil (tantos que ya no lo somos). Fernando Pardo domina la guitarra y la escena. Como ya lo hacía (y lo hace) con sus Sex Museum (algunos dicen "los reyes del garaje no instrumental". Mejor "un enorme grupo de rock").

Y después unos suecos, casi los padres de otros muchos suecos. Porque recuerdo haber visto a los Nomads hace bastantes años en Madrid, creo que en la sala Rock-Club (escenario añorado, porque un día yo también lo sobé). Aquella noche mis tímpanos sufrieron (disfrutaron) como no lo habían hecho en mucho tiempo. Aquello sí era volumen. Ahora no me parecieron tanto. Tal vez ellos son más viejos. O mis tímpanos están más castigados. Pero igual los disfruté (otra vez "un enorme grupo de rock").

Y es que en estos tiempos de Festivales, no todos tienen cabida. Igual no hay tantas orejas sabias. O bolsillos holgados. El B.A.R. se topó con la realidad. Y decidió sobrevivir a base de cambios, a base de ideas. Cine, del bueno, "psicotrópico", loco, mutante. Fotos. Exposiciones. Varias salas de la ciudad. Varios días de una semana. Y claro, música.

Ay, lástima que un humilde (humildísimo) asalariado no pueda dedicar siquiera todas sus horas nocturnas a lo que le gusta. Y no estuve siempre que quise. Y no vi a David Lowery. Esta vez con Camper Van Beethoven. ¿Será alguna otra vez?

¡Jodida la vida por cuenta ajena!



Suena la corriente: "New Roman Times" - Camper Van Beethoven