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jueves, 25 de noviembre de 2004

Piraterías de agua dulce

¡Albricias!
Miro la bandeja de entrada y veo un correo del ínclito Joaquín Sabina (no, no es que mantenga un excitante relación epistolar con el canalla o ex canalla, sino que algún día me di de alta en su lista de correos, sin recordar muy bien los motivos).

Pues dicha lista de correos rompe su silencio para comunicarme que Sabina me pide que me baje sus canciones únicamente desde sitios legales.

Ay, Joaquinito, Joaquinito, usted y yo, que hemos compartido trago nocturno en país más o menos exótico (no creo que usted lo recuerde, pues casi ni yo lo consigo), aunque yo no alardee de amistad, porque realmente no nos conocemos, fue circunstancial, pero dicha circunstancia no impidió que compartiéramos y discutiéramos la idoneidad de algunos lugares… eh, …, mmm, digamos que nocturnos, donde usted, como buen crápula, decidió ampliar su círculo de amistades circunstanciales, lugares de canallería como aquéllos, donde fue capaz, como buen hidalgo, de reconvertirlos en lugares de caballería, a tenor de confidencias que escuché por boca de alguna señorita, también nocturna, que me relató días después con gran cariño sus andanzas, usted, que ha cantado a palacios y lupanares, a gentiles y malandros, a bondades y maldades, …, me viene hablando ahora de legalidades, piraterías y bajezas varias.

¿Acusaciones? ¿Suyas, o de su señor feudal, uy, perdón, su compañía discográfica?

En fin, que no seré yo quien me permita rebatirle, que al fin y al cabo no dejo de ser un simple usuario, un grumetillo cualquiera. Pero lea, lea usted, por donde van mis pensamientos, mis inquietudes (gracias Jorge!).

¡Jesús, un correo de Joaquín Sabina! ¡Pidiéndome algo! ¡Y yo con estas pintas de pirata!
¿Volverá a beber conmigo?



Suena la corriente: "Love songs for patriots" - American Music Club

miércoles, 24 de noviembre de 2004

Bendita pereza

Nada, nada, ya no es necesario optar por métodos digamos revolucionarios, rupturistas, drásticos para acabar con el sistema. La inventiva del ser humano es tan grande que ahora se nos propone hacerlo desde dentro, de manera relajada y cómoda. Eso sí, por medio de un método que lleva utilizándose (que llevamos utilizando) desde tiempos muy antiguos.

La francesa Corinne Maire, elevada a musa contracultural por no pocos medios, nos propone en su libro "Buenos dias, pereza" una serie de estrategias para sobrevivir en el trabajo de una manera simple: cruzándonos de brazos y convirtiéndonos en parásitos. Propone que utilicemos en nuestro provecho la empresa que nos emplea, frente a lo habitual, que sea ella la que nos utilice, y nos explica cómo trabajar lo menos posible nos beneficia y va minando poco a poco el sistema. Al fin y al cabo, como afirma, los trabajadores, más desmotivados que nunca, sólo tienen una meta: cobrar a fin de mes.

Yo, utópico y romántico, siempre vi con nostalgia los adoquines volando sobre las calles de París aquel lejano Mayo, las flores de la revolución de terciopelo aquella primavera en Praga, los humos hippies protestando contra la guerra de Vietnam, los barbudos echando al sátrapa desde el Malecón, los muros humanos contra los tanques en Tiananmen, los melenas protestando por un mundo mejor en Seattle. Nada de esto siguió adelante, y lo que lo hizo, se desvirtuó.

Yo, como siempre, culo inquieto pero con posaderas bien asentadas, revolucionario de pacotilla, contracultural desde el sistema, vamos, burgués de tomo y lomo, si no de conciencia, si de actuación, pocas veces he movido un dedo.

Pero mira por donde, igual esta vez me apunto al carro. Además, la acción propuesta es altamente gratificante. Bendita pereza.

Mmm, las enseñanzas del bueno de Peluche empiezan a cuajar.



Suena la corriente: "Origin Vol. I" - The Soundtrack of Our Lives

viernes, 19 de noviembre de 2004

Un poco shiego

Ay, la nostalgia! No deja de ser un caparazón en el que resguardarnos cada cierto tiempo. Y por ello muchas veces poco recomendable. Se suele estar tan a gustito.

El caso es que no hace mucho, buscando nuevos afluentes para este río, me encontré con un ramal que casi hizo que se me saltara alguna lagrimita. Todo el mundo tiene jirones de su pasado enganchados por las esquinas.

Y Derribos Arias son una parte muy importante de ese pasado que aún es presente. Cuando la gente se decantaba por grupos pop, punk, siniestros, babosos, las lloradas "hornadas irritantes", ellos amalgamaron lo mejor de cada casa con ese toque desquiciado tan particular. Lograron llevar la locura intrínseca del rock a límites difícilmente controlables.

Comandados por el donostiarra Poch, uno de los personajes más fascinantes que haya pisado un escenario, con su inseparable Alejo Alberdi, y el contrapunto del bajo de Juan Verdera (la formación clásica), fueron una excitante disonancia en el panorama musical del momento.

Personalmente siempre les consideré una especie de Velvet Underground propia, capaces de no tomarse en serio, sorprendidos ante la simple posibilidad de que pudieran llegar trascender, caóticos en escena, brillantes compositores de piezas pop desequilibradas, magnéticos sin proponérselo.

Poch dejó de navegar en 1998, víctima de una enfermedad degenerativa y hereditaria. Pero yo no recuerdo eso. Prefiero verle en el escenario de Rock-Ola, con su andrajosa gabardina y sus gafas sujetas con esparadrapo.

Y por supuesto, escuchando su ciertamente desaliñada discografía, que nunca hizo honor a lo que no pocos pudimos disfrutar en directo.

Y hoy, un día de frío, de niebla, de lluvia, recordando a algún amigo muy querido que lo está pasando muy mal, a otros amigos muy, muy queridos que tratarán de desbarrar en otro escenario, en fin, a toda mi gente de la que a veces me siento muy lejos, trataré de esbozar una sonrisa:


"Prefiero estar un poco shiego
que ver todo como es…
"


Suena la corriente: "Branquias bajo el agua" - Derribos Arias

miércoles, 17 de noviembre de 2004

Simetrías

Yo te mato porque tú me matas; yo te mato porque tú me matas; yo te mato porque tú me matas; yo te mato porque tú me matas,…

No sé, es una filosofía que nunca he entendido. No tiene final. No tiene escapatoria. Pero los que están inmersos en ella parece que se lo pasan pipa, aunque al dar la cara esbocen muecas de dolor, incomprensión o infelicidad.

Que unos fundamentalistas islámicos descerrajen un tiro en plena sien a una pobre trabajadora de una ONG es un hecho que no tiene ninguna explicación racional. Y menos que lo hagan en nombre de un dios y un futuro. Y una liberación.

Que unos fundamentalistas cristianos descerrajen un tiro en plena sien a un pobre anciano herido y desarmado es un hecho que no tiene ninguna explicación racional. Y menos que lo hagan en nombre de un dios y un futuro. Y una libertad.

Porque es mentira que para esa gente exista un dios, un futuro, una liberación, una libertad. Ninguna de esas palabras les desea a ellos.

Este post es prácticamente simétrico.
Porque ambos bandos, hoy más que nunca, son simétricos.



Suena la corriente: "Copper blue" - Sugar

viernes, 12 de noviembre de 2004

Papelones musicales

Oh, sí, bravo, qué maravilla, el número uno ha sido todo un éxito, se ha agotado en los kioskos, el nivel musical del país crece, ya somos la revista musical más vendida,… , bla, bla bla.

O como decían en una cuña radiofónica los días del lanzamiento, "ahora la juventud sabe y entiende más de música".

Y es que Los 40 ya tienen su revista. Y continúa el mamoneo de quienes se consideran representantes únicos del devenir del pop o el rock. Lo que no sale no existe, lo que no programamos es marginal, el buen gusto está en nosotros.

Y me hablarán de las diosesitas del momento, los nuevos cantantes del 0,7 %, del coranzoncito dulce que tiene el aguerrido rockero, del poder de las máquinas, del sentimiento. ¿Sentimiento? ¿Dónde?

Hace poco veía una grabación del especial sobre música que hicieron a raíz del nosecuantos aniversario de la constitución. El ínclito Luqui iba presentando lo que ocurrió. O lo que él decía que ocurrió. Porque el revisionismo atroz que nos invade en todas las facetas, también llega hasta aquí.

Hablaba el tal señor de las radios que fueron cruciales en aquellos años de finales de los 70 y principios de los 80. La maravillosa Onda 2, de Radio España. Quién de los que vivimos aquello puede olvidar a Gonzalo Garrido y su "Dominó", Mario Armero y su "Revólver", Rafa Abitbol, Juanito de Pablos, Patricia Godes (reina del soul). Radio 3, ya cuando desembarcaron Jesús Ordovás, el propio de Pablos.
Y ahí que me sale el tal Luqui, y comenta que también, y por encima de todo, Los 40.
No jodas, Los 40. ¿Pero es que apoyaron, al principio del todo, cuando un grupo lo necesita, a todas esas bandas? ¿Sonaron maquetas de Mamá, Nacha Pop, Tos, Los Bólidos, Los Zoquillos, Ejecutivos Agresivos, Los Cardíacos, Esqueletos, Siniestro Total y tantos, tantos otros?

Venga ya. Fueron esas otras radios, y multitud de emisoras piratas, en las que más o menos, muchos poníamos nuestros granitos de arena, rayábamos nuestros propios vinilos. Y no, Los 40 no tenían revista. Eran cientos de fanzines los que iban alimentando las ganas de leer música, e iban ayudando a crear poco a poco una cierta cultura musical, tras el largo y castrante vacío de muchos años.

Oh, bien, pero ahora ya somos mejores, ya tenemos nuestra nueva revista. Vale, Luqui. Eres un fiera.

Me voy a mi cueva. Que en el nuevo Ruta 66 está el Steve Earle en portada.
Jodidos extravagantes que somos!



Suena la corriente: "Strangers" - Ed Harcourt

miércoles, 10 de noviembre de 2004

Me tienes

Te saqué a bailar sonando una canción country. Porque siempre quise hacerlo y nunca lo hice. Creo que eran los Burrito en un momento relajado. Pero la pista era mi habitación. Te había amado como nunca lo había hecho, y me habías amado como nunca lo había sentido. Y quería tener tu piel, tu olor, tus pechos, tu pelo pegados a mí.

Y quería no parar de moverme. Y quería una armónica, una mandolina, un banjo. Quería una guitarra. Un vaquero, un chulo de pistolas, era yo. Pero seguro, muy seguro, simplemente por tenerte a mi lado.

Y sonaba el gruñón Dylan. Primero I’ll be your baby tonight. Y luego salté sobre la cama y bailé. I want you. I want you. I want you. Sé que la escribió para ti.

Y le conté al oído al viejo Hank Williams que no pare. Que me siga haciendo dar vueltas. Que nos regale notas. Que nos regale risas. Que nos regale llantos.

Porque aunque llueva fuera, aunque mis botas estén sucias, aunque el oeste (y el este, y el norte, y el sur) me/nos cansen, me tienes.

Y soñaré cuando Young cante tu canción. Que ya sabes que para mí sólo es tuya.

No lo olvides.
Me tienes.



Suena la corriente: "Alone with his guitar" - Hank Williams

lunes, 8 de noviembre de 2004

Sonidos del interior

Yo no soy objetivo. No tengo por qué serlo. No cobro por escribir sobre cualquier tema en un periódico. Alguna vez sí lo hice (escribiendo poco y cobrando poco, cosa que para un no-periodista, no está nada mal). Se trataba de recomendar un concierto para esa noche en la ciudad en la que entonces vivía. Tenía la enorme ventaja de que no me obligaba a asistir a dicho evento. Ventajas de la "pre-crítica". Eso sí, trataba de dar salida a la mayor de mis malas babas. Incluso me dijeron que en alguna discográfica me tenían por un amargado al que nada le gustaba. Y no se daban cuenta de que, muy posiblemente, la mayoría de las cosas que editaban no merecían la pena.

Pero no la merecían desde mi punto de vista. Porque repito, no soy objetivo, y no me da la gana serlo. Y menos en una barcaza como esta que surca un río que empiezo a considerar como mío.

Y este viaje me ha traído como pasajeros a personajes con los que he llegado a intimar. Y con alguno, aunque todavía poco física, empieza a nacer una amistad.

Jero, de Cielo Vacío, está ya más que unido a este viaje desde el principio (bastantes veces nos hemos encargado de hacerlo presente). CV está cumpliendo alguno de sus sueños. Y me alegro. Y yo pienso, veremos como ando de objetividad.

No la necesito. Reno son capaces de crear ambientes, de tocar fibras sensibles, de ejecutar con pulso sensaciones que me gustan. Sus influencias son claras, pero las mezclan con finura, como para que no se noten. La primera vez que oí una canción de ellos, me evocaron muchos sonidos. Especialmente de Galaxie 500. Y como degustador de todo lo que hace el caballero Dean Wareham (por cierto, perece que Luna se despiden con su último "Rendezvous"), ya quedé enganchado. Pero también me vienen Bob Dylan, Television (sí, han hecho que los recupere tras tantos años), la Velvet, Big Star (quien me regala en directo el "September Gurls" del señor Alex Chilton ya me tiene muy ganado), guitarras arrastradas, armónicas sucias, melodías etéreas…

Y sin embargo, cuando terminan, me queda el sabor, el regusto de Reno. Sus influencias han bailado con ellos, han participado en ese juego de danzas que supone la unión de varias personalidades, pero se han retirado a tiempo para dejar un todo propio.

He tardado en escribir esto. Lo sé. Una vez más, el coche se ha convertido en mi sala de audición. Empieza a ser algo habitual.

Y una vez más, no he querido ser objetivo. Porque no me da la gana. Porque huyo de ello como de la peste. Porque mi subjetividad es mi forma de sentir.

Gracias, CV.
Ahora soy yo el que espera. Es mi turno.



Suena la corriente: "M&M" - Reno

jueves, 4 de noviembre de 2004

Arbustos

Pues ha resultado que al final no he sido yo el contento, sino él. Y no digo que no me sorprenda. Pero en estos momentos, más me asusta.

Veo todo muy negro. Pero qué le vamos a hacer. Mis próximas lágrimas no van a ser por ellos, pase lo que pase.

Seguiré con mis cosas queridas, como decía ayer.

Y puestos a convivir con arbustos, me dedicaré al más suavecito.
Al más querido.



Suena la corriente: "Is the actor happy?" - Vic Chesnutt

martes, 2 de noviembre de 2004

Compás de espera

Hoy es uno de esos días en que todo el mundo parece mirar hacia el mismo lado. Al menos, el mismo lado del mapa. ¡Elecciones en U.S.A! ¡Válgame Dios! ¡Qué nervios! Al fin y al cabo, es casi como si fueran elecciones locales, teniendo en cuenta lo que nos afectan.

El caso es que no tengo muy claro si el mismísimo Dios habrá hablado esta noche con Bush, tal y como él dice que suele hacer. Ni si Kerry se habrá pegado un atracón de hamburguesas rebosantes de ríos rojos de ketchup conyugal.

A mí que me da que ninguno de los dos es algo más que un simple mediocre. Pero con tanto poder, como que esta mediocridad asusta aún más. El de ahora ya lo ha demostrado. El de ahora es uno de los seres más peligrosos del planeta. Así que espero que mañana pueda estar algo más contento. Yo, digo. No él.

Y bueno, saldrá la caverna hablando como siempre de los "good americans", de los "españoles de bien" y demás zarandajas para excluir a los que no pensamos como ellos, y nos llamarán "antiamericanos".

Bien, me enciendo un cigarro. Americano. Me sirvo un vaso de bourbon. Americano. Me pongo un buen disco. Americano. A ver, cuál puede ser. Con qué quiero acompañar este mi "antiamericanismo". Puede estar bien "Borderdreams. La ruta del americana". Tal vez estén hablando demasiado de él (claro, "demasiado" en los ambientes marginales, izquierdosos y antiamericanos, que diría la caverna. Para ellos todo es así). Pero no deja de ser un buen compendio de nombres muy aprovechables (y muchos nada nuevos, por cierto).

No, casi no. Me quedo con alguien un poquito más grillado. Howe Gelb me parece lo suficiente. Sus Giant Sand ya tienen nueva colección de locuras, "Is all over... the map". Ayer yo, conduciendo, bajo una lluvia torrencial, esquivando algún que otro coche que volaba de lado a lado, y después de dejar a Ella tras un fin de semana (largo) lleno de corazón, fumaba un cigarro y lo disfrutaba.

Sí, definitivamente, Giant Sand para esta noche de miedo (y esperanza).
Que sí, que ya, que soy un antiamericano.
Que te den, cavernario!



Suena la corriente: "Is all over... the map" - Giant Sand