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viernes, 2 de enero de 2004

Nueva cita



Propósitos y más propósitos. Estos días parece que a todo el mundo le da por tratar de enmendar aquellas cosas que no les gustan. Pero lo curioso es que te lo cuentan, como si quisieran convertirte en garante de sus intenciones, en juez que sepa valorar los esfuerzos realizados para conseguir el cumplimiento del objetivo marcado. Incluso es un tema que se convierte prácticamente en un subgénero literario. No se si hay columnista de periódico que no nos haya anunciado a bombo y platillo los cambios que va a emprender en su vida de ahora en adelante.

Uno es posible que sea un descreído de tomo y lomo, pero lo cierto es que muy poco le pido a la vida, única manera de no sentirse decepcionado, tal y como están las cosas. Y para no decepcionar a aquélla, pues tampoco yo le prometo nada, que bien conozco mis limitaciones.

Así que aquí estamos, al inicio del año y a verlas venir. Y leo sobre dos inmediatos lanzamientos en disco que abren mi apetito. Por un lado, parece que Andrés Calamaro, en un gesto de magnanimidad hacia el común de los mortales, descenderá de su olimpo para regalarnos un nuevo grupo de canciones contenidas en lo que parece ser un disco "convencional". Hay dioses la mar de majos. Me gusta.

Pero leo también sobre el regreso de una de las voces femeninas que más acompañó mi navegación por este río la primera mitad de los 90, Edie Brickell. Primero con sus New Bohemians, pero sobre todo en el 94 con un glorioso pedazo de sensibilidad folk y rock llamado "Picture Perfect Morning". "Good times" es aún una canción a saborear en los momentos en que se necesita un empujoncito para seguir navegando.

Así que aquí me tendrá, esperando nerviosillo esta nueva cita (parece que ya está en las tiendas, pero no lo he localizado).


Suena la corriente: "Picture Perfect Morning" - Edie Brickell