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jueves, 20 de noviembre de 2003

Wid, wild food

"El verdadero sueño americano es poder salir a los bosques con tu arco para cazar tu propia comida. Además de ser lo más sano que existe, me ayuda a mantenerme fuerte, despierto y ágil en todo momento. Para mí "fast food" es un pato azulón (volando a toda pastilla)". Estas palabras no las ha pronunciado el Gran Jefe Seatle, ni David Crocket, tampoco Grizzly Adams, ni siquiera Johnny Weysmuller, sino el personaje de carne y hueso más parecido a Tarzán de los monos que he conocido -Ted Nugent- el verano pasado en un programa del "Outdoors Chanel" norteamericano.
Lo cierto es que este veterano rockero de heavy metal "asilvestrado", que alcanzó su máximo apogeo a finales de los 70 y principios de los 80, se conserva a las mil maravillas, todavía se mueve en el escenario como una auténtica fiera, meneando violentamente su larga melena rubia, luciendo unos ajustadísimos vaqueros y mostrando su fornido torso a partir del segundo minuto de concierto.

Después de los últimos escándalos alimentarios, comer lo que uno caza y recolecta en el campo creciendo silvestre parece haberse convertido en una moda muy saludable. En la televisión de Inglaterra también puede verse el programa "Tales from the River Cottage", realizado por un chef de Londres que decidió irse a vivir a la campiña de Dorset para tratar de ser autosuficiente y alimentarse de lo que él mismo es capaz de cultivar, cazar o pescar.

En uno de sus programas sale con otros dos colegas recogiendo un hongo blanco tipo pedo de lobo gigante al que llamaban "marshmallow no se qué", del tamaño de un balon de fútbol, luego se han subido a un árbol a coger un hongo que se llama "chicken wood", después han cazado una paloma utilizando un reclamo y por último han cogido una especie de ajo silvestre, lo han cocinado todo, han rellenado el hongo gigante y tras envolverlo en papel de aluminio lo han metido al horno, tenía una pinta muy buena. De postre una crema hecha con "gooseberries" (grosellas).

También ha salido recolectando navajas, echando sal en los agujeros donde se esconden estos moluscos en la playa. En fin, un programa muy curioso, toda una lección de supervivencia para gourmets.

Remado junto a Julio Rescuer